- Back to Home »
- CUENTOS , CUENTOS PARA PENSAR , JORGE BUCAY »
- Cuento sin U.
Posted by : Joel
domingo, 5 de enero de 2014
Caminaba distraídamente por el camino y de pronto lo vio.
Allí estaba el imponente
espejo de mano, al costado del sendero, Como esperándolo.
Se acercó, lo alzó
y se miró en él.
Se vio bien.
No se vio tan joven , pero
los años habían sido bastante bondadosos
con él.
Sin embargo, había
algo desagradable en la imagen de sí mismo.
Cierta rigidez en los gestos
lo conectaba con los aspectos más agrios
de la propia historia:
La bronca,
el desprecio,
la agresión,
el abandono,
la soledad.
Sintió la tentación
de llevárselo, pero rápidamente
desechó esa idea.
Ya había bastantes
cosas desagradables en el planeta para cargar
con otra más.
Decidió irse y olvidar
para siempre ese camino y ese espejo insolente.
Caminó por horas tratando
de vencer la tentación de volver atrás
hacia el espejo. Ese misterioso objeto lo atraía
como los imanes atraen a los metales.
Resistió y aceleró
el paso.
Tarareaba canciones infantiles
para no pensar en esa imagen horrible de sí
mismo.
Corriendo, llegó a
la casa donde había vivido desde siempre,
se metió vestido en la cama y se tapó
la cabeza con las sábanas.
Ya no veía el exterior,
ni el sendero, ni el espejo, ni la imagen de él
mismo reflejada en el espejo; pero no podía
evitar la memoria de esa imagen:
la del resentimiento,
la del dolor,
la de la soledad,
la del desamor,
la del miedo,
la del menosprecio.
Había ciertas cosas
indecibles e impensables....
....Pero él sabía
donde había empezado todo esto.
Empezó esa tarde, hacía
treinta y tres años...
El niño estaba tendido,
llorando frente al lago el dolor del maltrato
de los otros.
Esa tarde, el niño decidió
borrar, para siempre, la letra del alfabeto.
Esa letra.
Esa.
La letra necesaria para nombrar
al otro si está presente.
La letra imprescindible para
hablarle a los demás, al dirigirles la
palabra.
Sin manera de nombrarlos dejarían
de ser deseados...
y entonces no había
motivo para sentirlos necesarios....
se sentiría, por fin,
libre......
EPILOGO:
Escribiendo sin "U"
puedo hablar hasta el cansancio
de mí,
de lo mío, del yo,
de lo que tengo,
de lo que me pertenece...
Hasta puedo escribir de él,
de ellos
y de los otros.
Pero sin "U"
no puedo hablar de ustedes,
del tú,
de lo vuestro.
No puedo hablar de lo suyo,
de lo tuyo,
ni siquiera de lo nuestro.
Así me pasa....
A veces pierdo la "U"....
y dejo de poder hablarte,
pensarte, amarte, decirte.
Sin "U",
yo me quedo pero tú desapareces...
Y sin poder nombrarte,
¿cómo podría
disfrutarte?.
Como en el cuento... si tú
no existes,
me condeno a ver lo peor de
mí mismo
reflejándose eternamente,
en el mismo
mismísimo
estúpido
espejo.
Jorge Bucay