martes, 7 de enero de 2014
Hoy quiero desde aquí saludarte, mujer emprendedora, madre- que cada día, sin esperar grandes honores te das a la obra que construyes con la energía, la fuerza y el amor que llevas dentro- como tantas mujeres, cuyos nombres nos recuerdan la importancia de estar aquí y ahora.
Gran obstáculo venció está mujer emprendedora Marie Curie, la primera persona en recibir dos premios Nobel (premio Nobel de Física en 1903 y de Química en 1911) y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de la Sorbona de París. Su pasión por la investigación y legado encontró continuidad en su hija Irene Curie, quien descubrió en 1934, en colaboración con su marido, la existencia de la llamada radiactividad artificial.
Mujer emprendedora como la chilena Gabriela Mistral (1889-1957), poetisa, maestra de maestros, primera latinoamericana en recibir el premio nobel de Literatura (1945), embajadora de varios países, y humilde y sabia. Dejó su legado en hijos del cariño por doquiera que pasaba, y específicamente su herencia a los niños pobres de Montegrande, ciudad donde según ella había pasado los mejores años de su infancia.
Otro gran hito y mujer emprendedora es María Moliner (1900-1981), siempre guiada por su espíritu innovador y su constancia “escribió sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana”. Esta obra fue su pasión y un gran proyecto de vida, junto a sus otros 4 hijos.
Su biógrafa, Inmaculada de La Fuente, escribía en “El exilio interior. La vida de María Moliner”: Su vida marcada por un constante afán de superación tuvo la heroicidad de lo excepcional. Y al mismo tiempo, supo vivir con la discreción de los héroes anónimos”. Sin duda un ejemplo de vida y claro que también una gran mujer emprendedora.
Heroínas anónimas también han sido nuestras madres que ha emprendido viajes diversos para darnos lo mejor de su ser. Desde aquí evoco el amor la sensatez y constancia de mi madre que desde otra dimensión aún me ilumina. Porque, en este domingo especial de las madres no hay otra palabra más hermosa que GRATITUD.
Las mujeres emprendemos viajes diferentes. Tenemos hijos consanguíneos, del cariño, o de esa obra que nos apasiona y llena nuestros días. Y a la vez somos continuidad del legado que recibimos. Es por eso que me atrevo a decir que somos y tenemos algo de similitud de mujer emprendedora y madre al mismo tiempo.
Te invito llegado este punto a que pienses en aquello que has recibido y agradeces de tu madre y que ahora cobra expresión en tu vida en nuevas formas. Hazte y haz ese pequeño homenaje. Te ofrezco este espacio para ese reconocimiento y a la vez del tuyo propio, más abajo en Comnetarios.
