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- El Vendedor más grande del Mundo. Og Mandino. CAPITULO X
Posted by : Joel
miércoles, 1 de enero de 2014
CAPITULO X
El pergamino número tres.
Persistiré hasta alcanzar el éxito
La Persistencia y la perseverancia, se reconoce que para
llegar al éxito se tendrán en el camino fracasos y dificultades que se
han de ir superando, con la auto mejoramiento diario, siempre hay que
persistir ya que no se sabe a cuanto estamos del éxito, mas si se tiene
en cuenta que los premios y recompensas de la vida están escondido y aun
mas se debe ser persistente, teniendo la aptitud que el éxito es para
nosotros mismo, solo que hay que buscarlo y encontrarlo.
Siempre daré un paso más. Si ése no es suficiente daré otro y aún otro. En realidad, un paso por vez no es muy difícil.
De aquí en adelante consideraré el esfuerzo de cada día
como un golpe de la hoja del hacha contra un poderoso roble. El primer
golpe quizá ni cause temblor en el árbol, ni el segundo ni el tercero.
Cada golpe en sí mismo quizá sea insignificante y al parecer sin
consecuencia. Y sin embargo como resultado de golpes endebles, el roble
finalmente se tumbará. Y así será con mis esfuerzos de hoy.
Edificaré mi castillo usando un ladrillo por vez porque yo
sé que los pequeños intentos, repetidos, completarán cualquier empresa.
Jamás aceptaré la derrota y borraré de mi vocabulario
palabras o frases como abandono, no puedo, imposible, irrealizable,
improbable, fracaso, impráctico, sin esperanzas y retirada; porque son
palabras de necios. Huiré de la desesperación, pero si esta enfermedad
de la mente me atacara, seguiría trabajando en medio de la
desesperación.
Persistiré, persistiré y persistiré de nuevo. Cada
obstáculo que se me presente, lo consideraré como un mero rodeo en el
camino que me lleva a la meta, y un desafío a mi profesión.
Persistiré y desarrollaré mis habilidades como el marino desarrolla las suyas, aprendiendo a dominar la furia de cada tormenta.
Ni permitiré tampoco que los éxitos del ayer me hagan caer
en el sopor de la complacencia del hoy, puesto que ésta es el gran
fundamento del fracaso. Me olvidaré de los acontecimientos del
día que ha pasado, ya fuesen buenos o malos, y saludaré el nuevo día con
confianza de que éste será el mejor día de mi vida.