Posted by : Joel sábado, 4 de enero de 2014


"Y me llevó tanto tiempo sentirme bien...
recordar cómo volver a poner la luz en mis ojos."

Pero no se puede esperar eternamente, porque te consume. Así que te armas de valor. Dices adiós. Y, aunque de vez en cuando mires atrás con nostalgia, te haces fuerte y aprendes que no puede esperarse a quien no quiere ser esperado. Te recompones. Con cada trozo de corazón roto vuelves a construir uno, está vez más resistente. Con la inocente esperanza de que la próxima vez funcionará.
Dices adiós. Y, aunque al principio no creías que podrías lograrlo, vuelves a reír como si nunca hubieras caído. Con el tiempo, de tanto reír, te dices a ti mismo que mereció la pena sufrir para madurar y volver a ser un niño. Paradójico, madura para ser el niño que fuiste una vez. 

Y cuando me vaya yo...
 
 
 
¿Quién me esperará?

Leave a Reply

Subscribe to Posts | Subscribe to Comments

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Popular Post

ESTAMOS EN LINEA

Vistas de página en total

- Copyright © Historias Que Te Motivan -Historias Que te motivan